Sones de devoción y silencio acompañan a la Soledad y al Cristo Yacente por Motril
Reportaje Paulino Martínez Moré
Motril@Digital.– Fundada en 1948, la hermandad procesiona con sus imágenes del siglo XVII desde su casa de hermandad en la calle Santa Ana
Motril@Digital.– Motril vivió una de las jornadas más sobrecogedoras de su Semana Santa con la salida procesional de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santísimo Cristo Yacente, una de las más antiguas de la ciudad, fundada en 1948.
Desde su sede en la calle Santa Ana, la hermandad emprendió su recorrido acompañada por numerosos fieles y devotos que abarrotaron cada tramo del itinerario, envolviendo la noche en un ambiente de profundo recogimiento.
Presidiendo el cortejo procesional, la imagen del Cristo Yacente —una talla de la escuela italiana del siglo XVII— marchó junto a Nuestra Señora de la Soledad, obra procedente de la escuela malagueña, también del mismo periodo. Ambas imágenes, de notable valor artístico, simbolizaron con sobriedad la esencia del Viernes Santo motrileño.
Cerca de un centenar de nazarenos, ataviados con túnica negra, capillo y fajín amarillos, y capa negra con interior amarillo —todos portando el escudo de la hermandad—, marcaron el paso del desfile, que transcurrió con solemnidad y orden. Los tronos, llevados por 30 y 35 costaleros respectivamente, fueron dirigidos con precisión por los capataces Javier Salgado y Sergio Urrutia.
La Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, de Almuñécar, junto con la Banda de Música de la Villa de Otura, se encargaron del acompañamiento musical, aportando una banda sonora solemne y emocionante a la noche.
Con más de siete décadas de historia, la Cofradía de la Soledad y el Cristo Yacente cumplió un año más con su cita, reafirmándose como uno de los referentes indiscutibles de la Semana Santa de Motril.