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La Primitiva Hermandad de la Vera Cruz, esencia penitencial de Motril

Reportaje Paulino Martínez Moré

Motril@Digital.- La Primitiva Hermandad de la Vera Cruz, Dulce Nombre de Jesús, Santísimo Cristo de la Expiración, Nuestra Señora del Valle y San Juan Evangelista ha iniciado esta tarde su estación de penitencia desde la Iglesia Mayor de la Encarnación, en uno de los cortejos más tradicionales y esperados de la Semana Santa motrileña.

El paso está presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, una obra del escultor Raúl Trillo que destaca por su expresividad y realismo. Le acompañan en el trono Nuestra Señora del Valle y San Juan Evangelista, tallas realizadas por el imaginero Miguel G. Jurado, que completan la escena con una carga emocional y simbólica muy destacada.

La comitiva está compuesta por 80 nazarenos, que visten túnica y capillo negro con cíngulo de esparto, en una estética sobria y austera que remite a los orígenes de la Hermandad. El trono es portado por 34 costaleros, dirigidos por el capataz Javier Salgado, quienes imprimen ritmo y solemnidad al andar del cortejo por las calles de la ciudad.

El acompañamiento musical corre a cargo de la Capilla Musical Santo Ángel Custodio de Granada, cuyas interpretaciones aportan un tono recogido y respetuoso al desarrollo de la procesión.

Fundada en el siglo XVI, la Hermandad de la Vera Cruz es considerada la más antigua de Motril, con una profunda raigambre en la historia religiosa de la ciudad. Originariamente ligada a los rituales de la Semana Santa más primitiva y con fuerte inspiración franciscana, ha sabido mantener su espíritu de recogimiento y penitencia a lo largo de los siglos, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia.

Con una destacada presencia de fieles y devotos, la Hermandad de la Vera Cruz vuelve a convertirse en uno de los referentes de la Semana Santa motrileña, conservando la esencia de una tradición que hunde sus raíces en siglos de historia y devoción popular.