La Sentencia, pétalos y Miserere: El Perdón marca el pulso del Martes Santo en Motril
Reportaje Paulino Martínez Moré (Motril@Digital)
Motril@Digital.- Motril, Martes Santo. La Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Perdón, María Santísima de la Misericordia, Nuestra Señora del Carmen y San Juan Evangelista, conocida popularmente como El Perdón, ha sido la encargada de dar inicio a una de las jornadas más esperadas de la Semana Santa motrileña. La lluvia generó un retraso de una hora y media su salida, tiempo que esperó estoicamente multitud de personas que se agolpaban a las puertas del templo.
Desde primera hora de la tarde, la ciudad se sumió en un ambiente de recogimiento y solemnidad, esperando la salida de los pasos desde la Iglesia del Carmen. La imagen de Jesús Preso, obra del insigne escultor granadino Domingo Sánchez Mesa, y la de María Santísima de la Misericordia, tallada por Juan Ventura, fueron las protagonistas de un desfile cargado de simbolismo, fe y emoción.
Uno de los momentos más destacados de la estación de penitencia se vivió en la añeja Plaza del Carmen, donde, como cada año, se escenificó la sentencia de Poncio Pilato. Este año, la lectura corrió a cargo de Marga Jiménez, quien desde un balcón situado frente a la iglesia pronunció con solemne voz las palabras que evocan el juicio que condenó a Jesús.
El recorrido avanzó por las calles históricas de Motril, regalando estampas de gran belleza. A su paso por la calle Milanesa, la imagen de María Santísima de la Misericordia fue recibida con una lluvia de pétalos, en uno de los momentos más emotivos de la noche. Otro instante de especial sublimidad tuvo lugar en la angosta calle Granada, donde los costaleros maniobraron con pericia y elegancia, desafiando las estrecheces del trazado urbano motrileño
La emoción alcanzó su punto álgido a las puertas del convento de las Madres Nazarenas. Allí, las monjas de clausura entonaron el Miserere al paso del Señor del Perdón, un canto que resonó con fuerza espiritual en el silencio de la noche, estremeciendo a los presentes.
La comitiva, compuesta por unos 180 nazarenos y mujeres de mantilla, avanzó con recogimiento, acompañando los dos pasos portados por cuadrillas de 30 y 35 costaleros, bajo la dirección de los capataces Juan José Díaz y Francis Pérez. Los nazarenos vistieron túnica burdeos con botonadura y cíngulo blanco, completando el hábito con capillo y capa blanca, en cuyo centro luce el escudo de la cofradía.
Con esta salida, El Perdón ha vuelto a cumplir con una tradición profundamente arraigada en el corazón de Motril, iluminando con fe, devoción y arte el Martes Santo de esta ciudad costera.