Fallece Miguel Rodríguez-Acosta, referente del arte granadino, a los 97 años
Foto: Luis Morales Quesada (Revista Alhóndiga)
El pintor granadino Miguel Rodríguez-Acosta, una de las figuras más destacadas del arte en la ciudad, ha fallecido a los 97 años. Su muerte deja un vacío en el mundo artístico, pero su legado perdurará a través de su extensa obra en pintura, ilustración y grabado. Rodríguez-Acosta fue reconocido en su tiempo como un referente cultural, y en 2013 recibió la Medalla de Andalucía en honor a su contribución al arte y a la cultura de la región.
Rodríguez-Acosta nació en el seno de una familia granadina de renombre, vinculada al mundo bancario, pero su verdadera pasión fue el arte. Desde joven, se formó bajo la influencia de su tío, el pintor José María Rodríguez-Acosta, y más tarde con el maestro Joaquín Valverde, con quien compartió una profunda admiración por el arte clásico italiano y los maestros del Protorrenacimiento. Fue este enfoque el que dejó una huella indeleble en su obra.
Su carrera despegó en la década de 1950, cuando se trasladó a Madrid para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Allí desarrolló una visión artística propia que lo llevó a recibir varios premios y distinciones a lo largo de los años, entre ellos el título de miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1986. Rodríguez-Acosta también dejó su impronta como docente y presidente de la Fundación Rodríguez-Acosta, una institución dedicada a promover las artes plásticas, la investigación y el mecenazgo cultural.
A lo largo de su carrera, el pintor participó en exposiciones internacionales, destacándose no solo en España sino también en importantes ciudades europeas. Entre sus logros más relevantes figura la creación de la carpeta de grabados para los Sonetos del amor oscuro de Federico García Lorca, un trabajo que consolidó su fama como ilustrador. También fue galardonado con la Gran Cruz de Isabel la Católica en 2001, y con el título de Hijo Predilecto de la Provincia de Granada en 2011, entre otros reconocimientos.
Más allá de su faceta como artista, Rodríguez-Acosta fue un ferviente defensor de la cultura granadina. A través de su Fundación, promovió numerosos proyectos y becas, además de colaborar con diversas instituciones para impulsar las artes y la cultura en la región. Su contribución al arte contemporáneo y su compromiso con la enseñanza y la promoción del arte han dejado una huella indeleble en la historia de Granada.
Aunque Miguel Rodríguez-Acosta ya no esté con nosotros, su obra sigue viva en las galerías y en los corazones de aquellos que apreciaron su maestría y su pasión por el arte