Una trágica riña familiar por un pozo de agua termina con una víctima mortal en Almuñécar
La tarde del pasado sábado en Almuñécar, se tiñó de tragedia tras una violenta riña familiar que ha dejado un saldo desolador: un hombre ha fallecido y otro permanece en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Traumatología de Granada. El suceso, ocurrido en el paraje conocido como barranco Matachina, ha conmocionado a la localidad y ha puesto en evidencia cómo un conflicto aparentemente cotidiano puede desencadenar consecuencias irreparables.
Según han informado fuentes sanitarias, uno de los dos hombres que resultaron gravemente heridos durante la pelea ha fallecido en el hospital, mientras que el otro, su cuñado, continúa ingresado en la UCI, aunque su evolución es favorable. Ambos, de 57 años, fueron trasladados al Hospital de Traumatología de Granada tras sufrir graves traumatismos en la cabeza, presuntamente causados por golpes con herramientas de labranza durante la discusión.
La riña, que estalló pasadas las 20:00 horas, tuvo su origen en una disputa relacionada con un pozo de agua de riego, un recurso vital en una zona agrícola como Almuñécar. Aunque los detalles exactos del altercado siguen bajo investigación por parte de la Guardia Civil, se sabe que la discusión escaló rápidamente hasta convertirse en un enfrentamiento físico. Según fuentes cercanas al caso, ambos hombres se golpearon mutuamente, lo que derivó en lesiones de extrema gravedad.
Uno de los heridos, en estado crítico, tuvo que ser trasladado de urgencia en helicóptero al Hospital de Traumatología de Granada. El otro, aunque inicialmente fue llevado al Hospital de Motril, también fue derivado al mismo centro especializado debido a la gravedad de sus heridas. Desafortunadamente, uno de ellos no logró superar las lesiones y falleció en el hospital, mientras que su cuñado lucha por recuperarse en la UCI.
La Guardia Civil continúa investigando las circunstancias exactas del suceso, tratando de reconstruir los hechos y determinar si hubo algún factor adicional que exacerbara la violencia del enfrentamiento. Por ahora, se sabe que ambos hombres, cuñados, mantenían una relación familiar que, al menos en apariencia, no hacía presagiar un desenlace tan trágico.
Este suceso ha sacudido a la comunidad de Almuñécar, donde las disputas por el agua, un recurso escaso y valioso en la agricultura, no son infrecuentes. Sin embargo, pocas veces estos conflictos derivan en consecuencias tan dramáticas. La tragedia ha dejado a una familia destrozada y ha servido como un recordatorio sombrío de cómo los conflictos, incluso los más cotidianos, pueden escalar de manera imprevisible.
Mientras las autoridades continúan su investigación, la localidad llora la pérdida de una vida y espera que el otro herido logre recuperarse. Este triste episodio no solo deja un vacío en una familia, sino que también plantea preguntas sobre cómo prevenir que disputas aparentemente menores terminen en tragedia.