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Salobreña: La Asociación Vecinal Cal y Caña denuncia un presunto delito ambiental en el paraje natural de la Playa de la Punta del Río

La Asociación Vecinal Cal y Caña ha denunciado un presunto delito ambiental que afecta al paraje natural de la Playa de la Punta del Río, conocida tradicionalmente como Playa de La Cagaílla, en el término municipal de Salobreña. En esta zona, que cuenta con carteles de la Junta de Andalucía que indican su condición de “entorno natural protegido” y hacen especial énfasis en la protección de diversas especies de aves y plantas, incluyendo los huevos del chorlitejo patinegro, se está llevando a cabo una destrucción masiva de la vegetación existente.

Según la denuncia de la asociación, el uso de maquinaria pesada ha arrasado una franja de 1.200 metros de longitud y más de 50 metros de anchura al borde de la playa, sin discriminación alguna, eliminando la vegetación autóctona. Esta intervención se está realizando bajo el pretexto de un nuevo deslinde que ha ampliado el terreno de dominio público en la orilla del mar, lo que ha resultado en la destrucción de una de las últimas playas naturales vírgenes no solo de la costa tropical, sino de toda la vertiente mediterránea.

La asociación lamenta la desaparición de un ecosistema excepcional, que para los bañistas habituales representaba un paraíso natural. Según Cal y Caña, el área afectada está siendo transformada en una playa urbanizada y estándar, alejándose de su valor como entorno natural único. La denuncia también subraya que esta intervención es un nuevo daño ambiental atribuido a la administración, en particular al Servicio Provincial de Costas, que en opinión de la asociación actúa sin la sensibilidad ambiental necesaria y con una aparente impunidad para eludir los límites establecidos por la legislación vigente.

Cal y Caña, junto a Guadalfeo-Ecologistas en Acción, ha solicitado la intervención urgente de las instituciones para detener la destrucción de este entorno natural y llevar a cabo una renaturalización que repare el daño causado. Las organizaciones recalcan la necesidad de proteger este espacio por su valor ecosistémico, paisajístico y medioambiental.

La asociación ha reiterado su compromiso de continuar colaborando con otros colectivos y personas para frenar futuras intervenciones urbanísticas en la zona, recordando los impactos negativos que estas actividades ya han tenido en áreas cercanas como el TH1. Señalan además que estos proyectos, impulsados por intereses especulativos, no aportan beneficios reales a la población local y aumentan los riesgos de inundabilidad.

Por último, Cal y Caña ha instado a prestar atención al Proyecto de Senda Litoral, que, aunque presenta aspectos interesantes, está previsto que pase por la zona que ha sido arrasada. La asociación pide estudiar cuidadosamente el proyecto, hacer las alegaciones pertinentes y vigilar su ejecución para evitar mayores daños en el futuro.