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Reflotan la patrullera marroquí El Kaced a la que iba a participar el buque SAR Mastelero con base en Motril

Este lunes, Melilla amaneció con una noticia que parecía estar escrita en clave de suspense, pero que, afortunadamente, acabó con un giro inesperado de tranquilidad. El Buque SAR Mastelero, que desde el viernes había estado en espera para participar en el rescate de la patrullera marroquí El Kaced, finalmente no fue necesario.

Durante todo el fin de semana, las noticias sobre el incidente mantenían en vilo a las autoridades y a la ciudadanía. El Kaced, que el jueves sufrió un accidente cerca del Dique Sur, quedó encallado tras zarpar del puerto de Nador, atrapado entre las rocas por una combinación de vientos fuertes y corrientes traicioneras. Las primeras informaciones hablaban de un fallo técnico que lo dejó a merced de la naturaleza. Parecía un escenario complejo: un buque militar extranjero, atrapado en una zona de difícil acceso y en pleno corazón del mar de Melilla.

Por suerte, con el paso de las horas, el riesgo de un desastre parecía disiparse. La delegación del Gobierno local confirmó que la patrullera había sido reflotada, lo que, a su vez, permitió desactivar el Plan Nacional de Salvamento Marítimo, que había estado en vigencia desde el viernes. Así, el remolcador previsto desde Motril, con sus buzos y equipamiento de rescate, se quedó en puerto. El pesimismo inicial, que alimentaba la incertidumbre sobre el posible hundimiento del El Kaced o un derrame de combustible, comenzó a despejarse, y la situación empezó a verse bajo un enfoque más optimista.

Al final, la patrullera fue despojada de la segunda barrera anticontaminación que se había instalado en días anteriores, y los operarios marroquíes añadieron flotadores amarillos en la zona central del barco para elevarlo. Aparentemente, las inclinaciones de la línea de flotación habían mejorado, y las posibilidades de que la situación empeorara, como tantas veces ocurre en estos incidentes, parecían cada vez más remotas.