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Motril vivió un pasacalles ilusionante lleno de fantasía que desbordaba alegría

Reportaje Paulino Martínez Moré

El pasacalles que recorrió las calles de Motril se convirtió en un espectáculo vibrante, una explosión de alegría, ilusión y magia que quedó grabada en el corazón de los más pequeños. Organizado por el Área de Fiestas del ayuntamiento motrileño, esta actividad transformó cada rincón del recorrido urbano en un auténtico escenario de fantasía, donde lo imposible parecía cobrar vida. Un espacio donde los sueños, por un día, se hicieron realidad.

A medida que el desfile avanzaba, los muñecos gigantes animados, protagonistas indiscutibles de la jornada, desplegaron su magia. Con sus movimientos elegantes y encantadores, crearon una atmósfera que parecía sacada de un cuento de hadas, invitando a todos los presentes a sumergirse en un mundo lleno de color y asombro. 

 En cada paso del desfile, tanto pequeños como grandes compartieron una vivencia colectiva que a todos encantó.