La vacunación frente al SARS-CoV-2 disminuye el riesgo de mala evolución de la COVID-19 en receptores de trasplante de órgano sólido
- Una investigación del Instituto de Biomedicina de Sevilla y el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, comprueba que los pacientes trasplantados que habían sido previamente vacunados para la COVID-19 tenían un riego de fallecimiento significativamente inferior al de los pacientes trasplantados no vacunados.
Una investigación del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), liderada por la Dra. Carmen Infante Domínguez, la Profa. Elisa Cordero y el Prof. Jerónimo Pachón, pertenecientes al Área de Enfermedades Infecciosas y del Sistema Inmunitario del IBiS y del Hospital Universitario Virgen del Rocío, ha dado lugar a la publicación de un trabajo internacional, con la participación de 18 hospitales de España, Italia y Brasil, y la colaboración de los grupos de trabajo COVIDSOT y ORCHESTRA.
Este estudio titulado “Fenotipos clínicos de COVID-19 en receptores de trasplante de órgano sólido vacunados y no vacunados: un estudio de validación multicéntrico” ha sido publicado en la revista Scientific Reports.
Esta investigación ha tenido como objetivo examinar la aplicabilidad de las diferentes formas clínicas de la COVID-19 en receptores de trasplante de órgano sólido, también llamadas fenotipos clínicos, los cuales habían sido previamente definidos en la población general, utilizando diferentes síntomas de la enfermedad y datos de laboratorio que se usan de forma habitual en la atención médica a los pacientes con COVID-19.
“Los resultados indican que la clasificación de los pacientes con trasplante de órgano sólido en diferentes formas clínicas, o fenotipos clínicos, de la COVID-19 desde el diagnóstico de la enfermedad, son de utilidad para evaluar el riesgo de mala evolución en los pacientes y, con ello, permiten instaurar los tratamientos y niveles de cuidados, en hospitalización o en el domicilio, más apropiados para aumentar la curación de los pacientes con trasplante de órgano sólido cuando sufren de COVID-19”, según nos indica la Dra. Carmen Infante, primera autora del artículo.
Es muy importante subrayar que el estudio comprobó que los pacientes trasplantados que habían sido previamente vacunados para la COVID-19 tenían un riego de fallecimiento significativamente inferior al de
los pacientes trasplantados no vacunados. Dados los retos que plantea la infección por SARS-CoV-2 y la necesidad de enfoques basados en la evidencia para la atención al paciente, este estudio será de gran interés para la práctica clínica diaria, nos matiza el Prof. Jerónimo Pachón, perteneciente al grupo “Infecciones víricas y en pacientes inmunodeprimidos” liderado por la Profa. Elisa Cordero en el IBiS.