«La dejadez del Ministerio de Agricultura y TRAGSA pone en riesgo a 2.500 familias de regantes en Motril, Carchuna y Cota 200»
La Comunidad de Regantes Motril-Carchuna y Cota 200 se encuentra en una situación crítica debido a los graves problemas estructurales de la infraestructura de riego instalada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el anejo motrileño de Carchuna. Su presidente, Francisco J. Rubiño, ha denunciado públicamente el abandono y la falta de respuesta tanto del Ministerio como de la empresa TRAGSA S.A., responsables de la ejecución del proyecto. Esta dejadez está poniendo en peligro el futuro de la mayor comunidad de regantes de la Costa de Granada y afectando directamente a 2.500 familias que dependen de este sistema de riego para su sustento.
Entre los años 2006 y 2009, el Ministerio llevó a cabo la modernización del sistema de riego de esta comunidad mediante la sustitución de las antiguas acequias por una red de tuberías presurizadas que suministran agua filtrada a cada parcela. Sin embargo, la obra, ejecutada por TRAGSA, incluyó tuberías de PRFV proporcionadas por la empresa Uralita, las cuales presentan fallos de fabricación que han sido constatados incluso a nivel judicial. Como consecuencia, estas tuberías sufren constantes roturas, generando graves perjuicios económicos y operativos a los regantes.
Pese a las múltiples reuniones mantenidas con representantes de TRAGSA y los numerosos escritos enviados al Ministerio denunciando la situación, la respuesta ha sido una constante evasión de responsabilidades. Mientras tanto, la comunidad sigue afrontando el pago de un préstamo de 8 millones de euros por una obra defectuosa, además de los elevados costos derivados de la reparación de los daños causados por las continuas averías.
La única solución propuesta hasta ahora por las instituciones ha sido que la comunidad de regantes solicite una nueva subvención para reemplazar los tramos defectuosos, lo que implicaría asumir otro préstamo, a pesar de que los regantes no tienen ninguna responsabilidad sobre los fallos de la infraestructura. Esta situación ha sido calificada como una auténtica vergüenza por parte de los afectados.
Ante la falta de soluciones, la comunidad se ha visto obligada a recurrir a la vía judicial, lo que supone más gastos y una mayor carga económica para sus miembros.
La Comunidad de Regantes Motril-Carchuna y Cota 200 denuncia públicamente la desidia y el abandono institucional por parte del Ministerio de Agricultura y la empresa TRAGSA. Esta situación de asfixia económica y desesperación está poniendo en riesgo la estabilidad de la comunidad y el futuro de 2.500 familias que dependen directamente de esta infraestructura. Por ello, exigen una solución inmediata y